Cebollas fritas crujientes
Las cebollas fritas crujientes se fabrican a partir de cebollas frescas holandesas que provienen de variedades de cebollas especialmente desarrolladas. Las cebollas se pelan, lavan, cortan y mezclan en una masa para conseguir un crujiente perfecto. Después se fríen en aceite vegetal de alta calidad para darles un sabor exquisito. El producto final se puede consumir directamente del envase y sin ningún proceso de preparación adicional. Prácticas y deliciosas, nuestras cebollas no contienen ningún colorante artificial ni sustancias aromatizantes.

Larga conservación
Las cebollas fritas crujientes mantienen su frescura hasta ocho meses después de la producción, si se empaquetan bien y si se mantienen en un ambiente seco. Las cebollas fritas se usaban durante siglos en casi todas las condiciones de cocción. Son un sustituto rápido y sencillo de las cebollas frescas, con el que se mejora el sabor de una gran cantidad de platos.
Muchas aplicaciones
Las cebollas fritas crujientes se usan en todo el mundo en numerosos platos. Su uso va desde los bocadillos salados hasta los tentempiés, ensaladas, sopas, patatas cocidas o asadas, puré de patatas, platos de arroz y una salsa para, por ejemplo, sándwiches, perritos calientes y hamburguesas. Entre las diferentes culturas del mundo y las cocinas extranjeras se descubren cada vez más aplicaciones para nuestro producto. Nuestras exquisitas cebollas fritas crujientes se usan de una manera específica en cada país.
